Sufría un cáncer de pulmón y en los últimos días agonizó en su departamento de la avenida Santa Fe, en la Ciudad de Buenos Aires. Tenía 82 años y fue el primer presidente democrático tras la caída de la dictadura militar.
Su cuerpo, con las huellas de décadas de trajín político, no soportó más la carga de un cáncer de pulmón que se había agravado en las últimas horas con una neumonía. Raúl Alfonsín, el hombre que encabezó el retorno del país a la democracia, tras la última dictadura, murió anoche a los 82 años.
El ex mandatario expiró a las 20.30 y la confirmación oficial llegó pocos minutos después de las 21. El médico Alberto Sadler fue quien dio la noticia y algunos detalles.
"Lamentablemente a las 20.30 el doctor Raúl Alfonsín ha fallecido tranquilo en su domicilio, acompañado por sus familiares, con mucha paz. Estaba dormido, con deterioro sensorio y respirando muy tranquilamente. En este momento sólo puede decirse que ocurrió en un marco de mucha tranquilidad y acompañado por su familia, como él siempre quiso que ocurriera", fue el breve comunicado de Sadler ante los periodistas.
El perfil de estadista respetado aún por sus opositores de Alfonsín fue puesto a prueba en estas últimas horas con un desfile de figuras políticas por el departamento de la avenida Santa Fe en el que pasó el último tramo de su enfermedad. También con los llamados de la presidenta Cristina Kirchner desde Qatar.
El Gobierno anunció que ya está firmado un decreto que marca tres días de duelo por la muerte del referente de la UCR. Con Cristina Kirchner en Londres, fue el vicepresidente Julio Cobos quien formalizó la medida, que regirá hasta el jueves e incluye la decisión de que todos los establecimientos públicos tengan sus banderas a media asta.
Alfonsín padecía un cáncer de pulmón con metástasis ósea. Su cuadro se complicó el domingo, a raíz de una "neumonía broncoaspirativa", que obligó a que un equipo médico siguiera de cerca su salud.
Si bien el líder radical ya había sobrellevado varias complicaciones similares, esta vez el cuerpo le dijo basta. Su última aparición en público fue a comienzos de octubre del año pasado, durante el homenaje que se le realizó en la Casa Rosada a 25 años de su asunción como presidente.
En esa ocasión, y rodeado de radicales, peronistas y socialistas, dejó algunas frases que sonaron a mandamientos de su forma de ver y ejercer la política. "No es posible concebir el debilitamiento de los partidos políticos", afirmó. Y también señaló que "se impone fortalecer el estado de la ley y del derecho".
Una máxima de esa ceremonia puede servir como resumen en boca propia: "Toda mi actividad política buscó fortalecer la autonomía de las instituciones democráticas y el gobierno de la ley".
Desde el momento en que se agravó su enfermedad, periodistas, simpatizantes y curiosos se agolparon frente a la puerta de ingreso del departamento de la avenida Santa Fe, a la espera de novedades. No por inevitable, el final generó menos tristeza. Cuando se conoció la noticia, a las puertas del edificio se escucharon, después de un "Alfonsín, Alfonsín", las estrofas del Himno. Todo un símbolo.